Aprender a reconocer lo que es normal en tu cuerpo, te puede ayudar a detectar cualquier cambio anormal y reconocer a tiempo las señales que te da.
El término flujo vaginal se refiere a la secreción mucosa liberada desde la vagina, que se presenta de manera constante durante los años reproductivos de una mujer. Otros nombres comunes son: moco cervical, descarga vaginal y leucorrea. Normalmente suele aparecer varios meses antes del primer período en la adolescencia y se mantiene hasta la llegada de la menopausia.
Es perfectamente normal tener flujo y debes saber que está presente todo el tiempo, ayudándonos entre otras cosas, a equilibrar el pH ácido de la vagina y mantener la lubricación de la zona, mientras caminamos o realizamos cualquier actividad diaria. Su función es mantener la limpieza y la buena salud del entorno vaginal, ya que a su paso arrastra células muertas, bacterias y otros microorganismos dañinos que podrían causar infecciones vaginales.
Su cantidad, consistencia, olor y color pueden variar dependiendo del momento en el ciclo menstrual. Por ejemplo, durante la ovulación una mujer puede producir mucho más flujo, en comparación con la cantidad que produce justo antes o después del período. En cuanto al color, la variación normal irá entre transparente a blanco-transparente y el olor a “suero” debido a los lactobacilos en la vagina, solamente se intensificará un poco al aumentar la cantidad.
Es muy común que el flujo produzca un ligero manchado en la ropa interior e incluso una despigmentación de la prenda en esta zona. Parece algo sin importancia, pero las mujeres sabemos que esto es muy incómodo. Para evitar este problema, la lencería absorbente o calzones menstruales resultan una solución increíblemente práctica y mucho más higiénica y segura que utilizar protectores desechables sintéticos a diario. Además, le haces un favor al planeta.
A partir de estas bases, si identificas variaciones más severas de color (amarillo, verde, gris) o consistencia (espumoso o pastoso) u olor (penetrante) en tu flujo, es altamente recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que deben que podrían indicar alguna infección o desorden hormonal; más aún si van acompañados de cualquier tipo de ardor, comezón o malestar.
